
El Señor nos ha dado una herramienta que más que formación espiritual, es una respuesta a la necesidad de nuestra sociedad para combatir el flagelo del divorcio. Colocando en el corazón de cada pareja fundamentos que nos sacan de toda ignorancia acerca de lo que en verdad es vida de pareja y nos llevan a una mejor conquista de nuestros sueños y metas juntos.
